¡Te doy la bienvenida al Palabrerío!
Vas a encontrar de todo, locuras, experimentos, uno con un teclado (ese es un pesado) y mucho más.

Sos libre de continuar bajo tu propio riesgo. Yo solo soy un cartel de bienvenida.
No digas que no te avisé.

martes, 31 de julio de 2012

Sentimiento lunesporlamañana.

Tal vez estábamos dormidos. O quizás medio despiertos, como ese sentimiento lunesporlamañana.
No sé. No supimos.

Pero siempre se despierta uno. Es bueno saberlo, porque nos da seguridad, ese algo a lo que agarrarnos. ¿Sentiste vos también que la noche se nos hizo larga? Nos despertamos al mismo tiempo.
¡¡Nos despertamos!! Ver el sol, el brillo de un día nuevo y prometedor. Verte a vos. ¡Nos despertamos!

Y qué bueno, porque el hecho de haber soñado tanto estando dormidos, nos va a llevar a hacerlos realidad. Sé que si. Buen día. Sé que fue un lento despertar, y tal vez perdimos uno o dos minutos de nuestra mañana...y bueno, me olvidé de cambiarle las pilas al reloj.

Sé que se nos puede haber hecho tarde, pero siempre tenemos mañana a la mañana para madrugar. En lo que a hoy respecta, buen día.

Blanca.

Siempre te imaginé blanca. No ese blanco desabrido, ni el muy brillante, sino ese blanco que tiene cosas para decir.

domingo, 29 de julio de 2012

Una caja de zapatos.

Miro una caja de zapatos. No tiene ABSOLUTAMENTE nada de especial, ni dibujos, ni colores ni nada.

Tal vez lo que llama la atención es lo extraño de la situación...una caja de zapatos en el medio del living. ¿No se supone que estén los zapatos en el medio del living, y la caja en algún "guardadero", o directamente tirada? Encima no sé si están los zapatos (la caja está cerrada) y no puedo recordar a qué par de zapatos corresponde dicha caja, porque ésta es tan caja como cualquier otra caja común y silvestre. 

¿Existen en realidad los zapatos? Uno tiende a asociar "caja de zapatos= hay zapatos", pero ¿cómo puedo saber si realmente están los dichos zapatos por solo ver la caja? Pasa el tiempo y decido que no puedo confiar solamente en la visión de la caja, y acaricio la idea de levantarme del cómodo sofá para resolver de una vez este misterio, pero una vocecita en mi oreja izquierda que me pregunta -con tono sugerente de propaganda de shampoo- si de verdad quiero abrir la caja...¿de verdad quiero resolver el misterio? 

 Y la voz sigue diciendo ¿Y si en vez de zapatos, esta humilde cajita contuviera en su interior algo que sólo podrá ver si se le revela en el momento adecuado? (Si fuera así, obviamente abriría la caja antes del momento (de curioso incurable que soy, con una severa intolerancia a la intriga) vería algo que no entendería, pero que por alguna razón me causaría una extrema fascinación, la cual sería incomprendida/patologizada/investigada/medicalizada por los demás, lo que automáticamente me convertiría en un loco más del montón hasta que eventualmente encuentre a alguien/es que si me entiendan y pasemos a ser "Yo-->Ellos" los locos, pero de "nuestro" montón. Más tarde, el mundo de la ciencia descubriría "algo"  que por alguna extraña razón nos hará gradualmente menos locos, ya que más y más gente comenzará a sentir un  extracto con añadidos de vitamina C de aquélla fascinación inicial, milles de millares creerían entendernos y los locos del montón serían Ellos-los-otros-en-su-montón-sin-extracto-de-fascinación-con-añadidos-de-vitamina-c (abro un paréntesis para preguntar si entienden mi película...si? Buenísimo sigamos) Y la fascinación se vendería en botellitas coloridas. Pero yo no quiero esa película, ¿entonces por qué este paréntesis infinito?) Y la vocecita triunfó, no abro la caja, y respiro aliviado porque toda la "película-paréntesis" jamás verá la luz. Pero yo tampoco voy a ver si los putos zapatos están en la caja o no.

sábado, 21 de julio de 2012

Exhibición incompleta.

Fue todo un lento transcurrir. Uno a uno fue sacando sus sueños, lentamente y con parsimonia. Sacaba uno, le pasaba un trapo húmedo y lo apoyaba sobre la colcha.
Sacaba otro.
Y después otro.
Y otro...
Todos sobre la gruesa colcha de recortes de tela naranja, los observó, los admiró. Y se acordó que gran soñador era, bien podría exhibir sus sueños como sus trofeos. Hasta tenía pensada la lujosa vitrina, con molduras doradas y estantes de madera pulida hasta lo imposible, y allí sobre los estantes, sus sueños, iluminados con unos tenues chorros de luz que vengan de aquí y de allá. Sería perfecto.

Pero se acordó -más tarde de lo que hubiera querido- de porqué sus sueños estaban en su cabeza y no en una vitrina. Se acordó de una persona que alguna vez dijo que la mejor manera de exhibir un sueño era con una acción que completara el cuadro. Pero argumentó, y siguió argumentando, que no exhibía sus soñados trofeos porque no cabía en su casa una vitrina tan grande.


Y guardó uno.
Y después otro.
Y otro...



viernes, 13 de julio de 2012

Un para-rayos en el pasillo 3

Está sonando Show Me How To Live  de Audioslave.

Nunca me puse a pensar muy seriamente en cómo estaba guiando mi vida. Siempre tuve presente que vivía acorde a mis convicciones, anhelos, deseos y guías que me iban tirando mis viejos, pero nunca me senté y me pregunté "Cómo estoy viviendo? Lo hago bien?" En parte porque no me importa un comino, y en otra parte porque en serio no sabría cómo responderme. Pero intentemos.

¿Cómo estoy viviendo? Bien, creo que bien. Siempre pienso antes de actuar, a veces demasiado. Siempre tengo en cuenta que hay otros con los que comparto mi vida y acciones, por ende no ando pensando solamente en mi ombligo. Pero aún así hay gente que parece disconforme conmigo, o dicen que no doy todo o que doy de más...y yo digo, no hay MIERDA que les venga bien. Y vuelvo a decir, si sos tan gigante como para decir lo mal que vivo, show me how to live. ¿Ah viste? Qué difícil es dar el ejemplo. 

Respecto a si lo hago bien o no... show me how to live