Arrancar
de esta garganta adormecida
los susurros que me retumban adentro,
acá, profundo,
como gritos
que no salen, que se quejan
que duelen que arden.
Mira inquieta,
desespera mi garganta buscando
algo a lo que gritarle y así arrancarse
de este puto letargo, que condensa lo que se sienten como años de abandono.
Pero como en la peor de mis pesadillas
grito con todas mis fuerzas
pero arena es lo que brota de mis entrañas.
Me desgarra por adentro
quema, me pincha
me sofoca.
Y nada,
ni la belleza desnuda de la flor
ni el horror ni el ardor,
salen con mi grito
sólo arena.
Y más arena.