Raro pensar lo cercano,
de un desastre con vos.
Raro el rechazo a los días
que pasan y me alejan
y me acercan a vos.
En un arranque de puro egoísta
me quiero para mí.
Te quiero para mí
para hacer inolvidables estos,
últimos alientos de verano
antes de que el viento y el barro
barran con todo lo que fuimos.
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