Suena un punteo de guitarra, variado y constante, en tonos graves. Hay otra guitarra que se encarga de los agudos, pero solo se escucha de ves en cuando.
En el "fondo" de la música se escucha un acordeón, con una base más aguda que la guitarra, y constante también...
Así inicia una conversación de tres minutos, casi cuatro, sin que intervenga una sola voz.
A medida que transcurre la charla, van variando los roles, el acordeón se hace intermitente y las guitarras constantes.
Todo finaliza con un crecendo por parte del acordeón y la guitarra aguda, mientras que la grave se calla lentamente pero justo a tiempo para terminar los tres al mismo tiempo, perfectamente coordinados.
Sublime.
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