Y el lápiz se levantó de su silla y empezó a dibujar.
Trazos finos, inseguros al principio. Duda ante la magnitud del blanco vacío. ¿Vale la pena siquiera intentar hacer algo? ¿dejar una marca? Indeciso, comienza...
Y se dibujan cielos, mares de arena brillante, tierra mojada y sonrisas en los rostros ayer tristes como los llantos nunca escuchados. Los sueños van apareciendo, de a poco, aún titubeantes...con miedo a que resulten ser no más que un mero capricho del soñador ingenuo.
Pero el lápiz sigue trazando líneas, llenando con simpleza el gran vacío. Se rehúsa a dejarse matar, mientras quede grafito quedarán sueños por trazar.
Sueño. Sueño y trazo. Trazo mis sueños.
Pero yo escribo.
Sueño. Sueño y escribo. Escribo mis sueños.
Sueño y te sueño. Escribo y te escribo.
Te escribo sobre un papel, en la mesa del café o sobre el maldito gráfico del libro de matemática.
Y mientras esta ciudad se nubla, el lápiz, MI lápiz sigue escribiendo e intentando dibujar. Porque mientras me quede grafito y alma que seguir alimentando, voy a seguir soñando despierto. Te voy a seguir soñando.
me encantó la primera parte!
ResponderEliminar"mientras quede grafito quedarán sueños por trazar" excelente esa frase :)