Buscaste otra historia dentro de una canción diferente. Quizás algo tuyo estaba perdido ahí, en ese cuartito donde te dormiste a esperar.
¿Por qué corriste? ¿Miedo tal vez? O tal vez era aire lo que necesitabas. Sentir el aire en tu cara al correr.
Es curioso. Eso, tu permanente necesidad de aire, tu continua búsqueda de libertad. Tu paraíso.
Cierro los ojos y te imagino, o por lo menos trato de imaginarte. Pero llueve, y el vidrio parece derretirse, y con él tu imagen. Me recuerda a aquella vez, también llovía ¿te acordás? Salir, hablarte y enloquecer. Pero mi locura y tu irrealidad no impidieron que robáramos las estrellas del cielo vecino, o que jugáramos a las sombras chinas en la cortina. Estabas tan hermosamente abstracta, un estallido vibrante de colores, negándote a cualquier tipo de olvido.
Y lo lograste, porque aún cuando la música hubo terminado, seguías vibrando en aquél cuartito de cortinas blancas y almidonadas, donde habitaron palomas de sombra, donde hubieron carreras en busca de una canción diferente, de aire fresco y nuevo. ¿Tu paraíso?
Cierro los ojos y te imagino, o por lo menos trato de imaginarte. Pero llueve, y el vidrio parece derretirse, y con él tu imagen. Me recuerda a aquella vez, también llovía ¿te acordás? Salir, hablarte y enloquecer. Pero mi locura y tu irrealidad no impidieron que robáramos las estrellas del cielo vecino, o que jugáramos a las sombras chinas en la cortina. Estabas tan hermosamente abstracta, un estallido vibrante de colores, negándote a cualquier tipo de olvido.
Y lo lograste, porque aún cuando la música hubo terminado, seguías vibrando en aquél cuartito de cortinas blancas y almidonadas, donde habitaron palomas de sombra, donde hubieron carreras en busca de una canción diferente, de aire fresco y nuevo. ¿Tu paraíso?
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