¡Te doy la bienvenida al Palabrerío!
Vas a encontrar de todo, locuras, experimentos, uno con un teclado (ese es un pesado) y mucho más.

Sos libre de continuar bajo tu propio riesgo. Yo solo soy un cartel de bienvenida.
No digas que no te avisé.

sábado, 28 de enero de 2012

Entremundos

Tal vez soñar la realidad sea la salida. Tal vez una realidad soñada no lo sea. Una de dos o ninguna.
Pero si es ninguna, ¿qué es entonces? Una delgada capa de sueño sobre una capa igual de delgada de realidad. La línea que las separa puede llegar a ser tan fina, fácilmente se desdibuja. Es entonces, en el que la vida se vuelve tolerable, hasta incluso disfrutable. Es en ese "entremundos" en el que nos encontramos, hablamos, amamos y odiamos. En ese lugar y en ese momento, podemos ser y hacer lo que se nos antoje.

Espacio sin espacio, tiempo sin tiempo.
Logramos despegarnos del suelo y del minutero, y vivimos.
Vivimos y descubrimos. Descubrimos y vivimos con más gusto todavía.


martes, 24 de enero de 2012

Ver el mundo a través de otros ojos
te ayuda a entender al mundo,
no a los otros.

Gris.

Ellos me sacan de quicio. Simplemente no hay forma en que pueda estar cerca y no sentir ese impulso asesino. No voy a negar, que varias veces consideré lastimarlos, lastimarlos y que sufran un poco. ¿Venganza? No nada de eso. De hecho, es mucho más simple que la venganza, simplemente los odio. 

Parece raro, un odio tan poco fundamentado, tan poco explicado, ¿se necesita en realidad? No tengo que dar explicación ni fundamento alguno, el odio, igual que el amor, no los necesita. Parece raro, y tal vez lo sea...pero ¿a quién le importa? ¿Acaso es ilegal odiar? Sea lo que sea, ellos lo merecen.

Ellos no me conocen, no se molestan en siquiera intentarlo, mejor así. Me basta con conocerlos yo a ellos.

No necesito más.


domingo, 22 de enero de 2012

Sombras chinescas en tu paraíso

Corriste. Corriste y te escondiste.
Buscaste otra historia dentro de una canción diferente. Quizás algo tuyo estaba perdido ahí, en ese cuartito donde te dormiste a esperar. 
¿Por qué corriste? ¿Miedo tal vez? O tal vez era aire lo que necesitabas. Sentir el aire en tu cara al correr.
Es curioso. Eso, tu permanente necesidad de aire, tu continua búsqueda de libertad. Tu paraíso.
Cierro los ojos y te imagino, o por lo menos trato de imaginarte. Pero llueve, y el vidrio parece derretirse, y con él tu imagen. Me recuerda a aquella vez, también llovía ¿te acordás? Salir, hablarte y enloquecer. Pero mi locura y tu irrealidad no impidieron que robáramos las estrellas del cielo vecino, o que jugáramos a las sombras chinas en la cortina. Estabas tan hermosamente abstracta, un estallido vibrante de colores, negándote a cualquier tipo de olvido.

Y lo lograste, porque aún cuando la música hubo terminado, seguías vibrando en aquél cuartito de cortinas blancas y almidonadas, donde habitaron palomas de sombra, donde hubieron carreras en busca de una canción diferente, de aire fresco y nuevo. ¿Tu paraíso?

domingo, 15 de enero de 2012

Una lágrima en una cascada de por acá.

El sol asoma entre las nubes, al ritmo de una melodía que ni yo se pero quiero escuchar.
Tal vez es otra utopía, tal vez es real. Tal vez, tal vez ni una ni la otra.
Y aún así, ante la mortal duda, no hay llantos ni dolores ni remedios.
Tan solo esa sensación de mar, esa sensación de hermosa duda. Todo es muy simple y muy complejo a la vez, todo es tan deliciosamente humano.
Miles y miles de cosas hay. Miles y miles hubo antes del punto final, y otras miles habrá en la siguiente oración.
Es hermoso saberme transitorio, saber que no duraré más que una lágrima derramada en alguna cascada de por acá. Pero a la vez, saber que soy parte de algo más grande, no tiene precio. La deliciosa paradoja humana.
De pronto, hay viento, ¿o es el tiempo? La realidad, la ilusión, la utopía. Todo va acabando de a poco.
El amanecer se hace noche al ritmo de la misma melodía desconocida. Y todo sigue siendo como el mar, todo sigue siendo muy humano.


sábado, 14 de enero de 2012

Efímero

Lo efímero. Lo humano.
Arena al viento. Ese dulce y suave despertar.
La ola rompiendo.
Tu beso. Vos.
En un segundo se va la vida. No te duermas amor.
Que el segundo no está acá para quedarse.
Ese reloj no se calla.
La arena sigue y seguirá corriendo.
Desenfrenada. Vos.