¡Te doy la bienvenida al Palabrerío!
Vas a encontrar de todo, locuras, experimentos, uno con un teclado (ese es un pesado) y mucho más.

Sos libre de continuar bajo tu propio riesgo. Yo solo soy un cartel de bienvenida.
No digas que no te avisé.

jueves, 21 de abril de 2011

Miro hacia afuera y escucho adentro.

Está oscuro, llueve, o más bien, diluvia.
Para sumar, hay viento. Escalofriante no? No.
Tiene su belleza.
Los árboles medio-iluminados por la luz del comedor, brillan de mojados.
Las nubes están rosadas, iluminadas por la luz del pueblo.
Las dos reposeras, todas mojadas, en el patio como en un día de verano. Irónico.
Voy hacia la ventana que da al frente del terreno, y el mundo es otro.
El vidrio está mojado y distorsiona la visión de las cosas.
Las luces de la calle parecen estrellas.
Miro una luz-estrella en particular y veo la lluvia, furiosa cortina.
Escucho la lluvia contra el techo, alocada sinfonía.

1 comentario: