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sábado, 17 de noviembre de 2012

Mediodía.

Hacía frío, pero salieron igual, necesitaban el aire y el espacio para revisar los últimos eventos.
Su llegada, un momento de reconocimiento en la puerta, el beso tímido, el beso no tan tímido, el beso no tímido en absoluto; el bolso en la escalera, el bolso en el suelo, Ella preparando el café.
Ella se rió, con esa risa fácil suya, y le preguntó donde se había golpeado "evidentemente en la cabeza, no me acordaba" dijo él, riéndose también.

El café y la mañana pasaron tranquilos sin apuro, después de todo, solo eran horas, horas contra los meses que ya habían pasado, un sorbo de café contra la eternidad. El mediodía llegó pidiendo permiso, ni el se atrevía a interrumpir ese momento...pero eventualmente llegó y ellos se fueron a caminar.

Un otoño-casi-invierno pintaba el paisaje, estaba frío, pero salieron igual.

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