¿¿Una realidad perfecta es un sueño??

Supongamos por un breve momento, que todo es perfecto, que todo es como debería ser.
Imaginemos, por otro breve momento, que no hay nada fuera de lugar, todo es correcto.
¿Como sería? Yo me imagino, todo perfecto, todo inmaculado, todos somos perfectos.
Yo imagino un poco mas allá; el país es próspero, los políticos son justos y honestos, la corrupción no existe.
¿Se imaginan? Todos viviendo contentos y satisfechos; no hay quejas, los estudiantes estamos en las aulas el tiempo debido, los docentes cobran lo que deben, los necesitados... ya no necesitan nada, tienen casa digna, trabajo, no pasan hambre, pueden mandar a sus chicos a estudiar....
Si seguimos soñando mas allá; vemos, a un país fuerte, libre, soberano. Pero como es sabido, para cumplir un sueño, primero hay que despertarse.
Ustedes deben saber cómo es esa sensación, entre despiertos y dormidos...donde las imágenes del sueño se vuelven cada ves más y más difusas...hasta que desaparecen por completo y despertamos en la dura realidad, en la de todos los días, esa realidad de la que escapamos soñando. Es duro despertar; lo sé, todos sabemos como es despertar de un sueño perfecto, se siente una tristeza demoledora, una decepción, una depresión que nos abruma, que nos apaga...
lo peor, es que nos acostumbramos a estar tristes, decepcionados, deprimidos, y no hacemos nada para evitarlo...no buscamos la felizidad (generalizando)....o peor aún la buscamos...la encontramos...y nos la quedamos para nosotros mismos. La realidad la construímos entre todos los que habitamos en ella. El sueño de un mundo perfecto solo se realiza, despertando con energías como para realizarlo.