Idea peligrosa...

Se me ocurrió, estaba por ahí pensando en nada cuando siento que literalmente esta idea "choca" en mi "ideario".
Entonces dije, -Wow!! pero que estoy pensando??-. Todo el día estuve tratando de alejar esa idea de mi mente, pero volvía y volvía, no se quería rendir la muy...todo esto me puso tan mal, que tuve que hacer un "parate" y sentarme, porque esa idea me estaba infectando, como infecta el veneno de una serpiente en tu torrente sanguíneo...cuanto más la pensaba, más infectado me sentía.
Fue un rato angustiante; yo simplemente no terminaba de entender que hacía yo, un chico que se decía decente, pensando tal cosa...no podía y no quería creerlo.
La primera persona a la que recurrí para contarle lo que me pasaba fue mi papá...grave error. Me dió una SEÑORA bofetada y me dijo insolente, mocoso y otra tanda de refinadísimos insultos, luego de esto me mandó a mi habitación a reflexionar sobre lo que había hecho, "pero si no hice nada" respondí...otra SEÑORA bofetada y la respuesta "ah pero lo vas a hacer".
Pasado mi castigo de 72 hs. creí que la idea me habría dejado, me equivoqué. Mi madre, como era mas compasiva, solo me dio un pequeño bofetón y decidió mandarme a un psicólogo para que vea qué me estaba pasando. Muy confiado, le conté al doctor lo que pensaba, mientras se lo decía veía como su expresión se transformaba de la paz absoluta a una expresión de horror, como si ubiese visto al fantasma de su suegra.
Con un ligero tic en la ceja el doctor me pidió que dejara la sala y que nunca me apareciera por ahí de nuevo. Al enterarse mis padres de esta desafortunada situación, decidieron mandarme al ejército, donde me reformarían (según ellos). Fueron las peores 3 semanas de mi vida.
En fin, como ni el psicólogo ni el ejército dieron resultado, mis padres optaron por abandonarme, me sedaron y me llevaron al bosque y ahí viví por el resto de mis días; sin saber por qué imaginarse libre era tan espantoso.